domingo, 26 de mayo de 2019

JAIME LUSINCHI

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ACCIÓN DEMOCRÁTICA
Comité Ejecutivo Nacional
Caracas, 21 de mayo 2019


El CEN de Acción Democrática ante el quinto aniversario de la muerte del compañero Jaime Lusinchi.

El Comité Ejecutivo Nacional de Acción Democrática conmemora hoy el quinto aniversario de la muerte del compañero Presidente Jaime Lusinchi, uno de los líderes fundamentales del partido del pueblo y de la democracia venezolana. En efecto, el compañero Jaime Lusinchi falleció el 21 de mayo del año 2014 en la ciudad de Caracas a la edad de noventa años. Es de relievar que pese a la grave crisis económica que tuvo que enfrentar, con un aumento vertiginoso de la deuda externa, sin embargo en Venezuela, durante su mandato, no hubo desabastecimiento alguno de comida, ni medicinas y en esos cinco años no hubo enfrentamientos entre venezolanos. Ni una huelga, ni un solo conflicto social tuvimos que soportar durante su ejercicio presidencial.  Qué diferencia con estos últimos años del desgobierno de Nicolás Maduro, el que a pesar de los inmensos recursos recibidos, los venezolanos hoy solo padecemos hambre, penurias y represión sin precedentes en los anales de la historia de Venezuela. 
Jaime nació en la población de Clarines, Estado Anzoátegui, el 27 de Mayo de 1924, en cuna muy humilde y criado por una madre abnegada, Doña María Angélica Lusinchi, quien le enseñó la solidaridad con los débiles y pobres de su pueblo. Inició sus estudios de primaria entre las poblaciones de Clarines y Puerto Píritu y la secundaria en el Colegio Federal de Barcelona, con la orientación pedagógica de quien lo impulsó también a la lucha política, su maestro Antonio Leídenz, líder de la resistencia contra las dictaduras del siglo pasado y quien lo incorporara primero al PDN y luego a AD.
A Jaime toda Venezuela lo conoció más como político que como profesional, pero tuvo una carrera académica brillante, sale de Clarines para estudiar medicina, en la Universidad Central de Venezuela, con apenas 16 años de edad y resultó ser un estudiante de reconocido prestigio y de excelentes calificaciones, “20 en línea, sólo 20” decía Doña María Angélica. Desde su incorporación a la Universidad se destacó no sólo como excelente estudiante, sino también como dirigente estudiantil, ocupando la Secretaría del Consejo Escolar de su Facultad, Vicepresidente de la Asociación de la Juventud Venezolana (AJV) y Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV).
El 20 de Septiembre de 1947, Jaime se gradúa de médico en la UCV y, en demostración de su eterna solidaridad con los trabajadores de Venezuela, lo hace con la tesis “Hipertensión en Obreros del Seguro Social”, formando parte de la Promoción de Médicos Cirujanos Dr. Domingo Luciani. Al graduarse se va para su Estado natal y fue médico rural de las poblaciones de Cantaura, San Joaquín y médico de la Empresa Mene Grande en San Tomé. Luego regresa a Caracas y comienza a trabajar, como médico interno, en el Puesto de Socorro de Salas. 
Allí, Jaime Lusinchi, siempre comprometido con su partido Acción Democrática contribuye, en su condición de médico y dirigente de la clandestinidad, con la fuga del Hospital de nuestro Secretario General Alberto Carnevali, el 26 de julio de 1951 en una acción que planifica, junto a los compañeros del partido: el Dr. Alfredo Coronil y José Manzo González, del Puesto de Socorro de Salas, en Caracas, donde los carceleros de Carnevali lo habían trasladado por quebrantos de salud. Lo acompañaron, entre otros en su ejecución, el comando dirigido por Rubén Charlita Muñoz y Salóm Mesa Espinoza. Acto de heroísmo que logró no sólo un gran prestigio para nuestro Secretario General, sino también para quienes lo ayudaron a lograr su cometido - Jaime Lusinchi entre ellos - y, así mismo, se consiguió asestar un duro golpe al aparato represivo de la dictadura. Cae preso y es objeto de torturas y maltratos por parte de la Seguridad Nacional, aparato represivo y criminal del régimen.
A la caída de la dictadura, regresa a sus actividades dentro de su partido  como médico adjunto del servicio de pediatría del Hospital Pérez de León de Caracas y se integra el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de nuestro partido y el 7 de diciembre de ese año es electo nuevamente diputado por el estado Anzoátegui, ocupando este cargo hasta 1978, cuando es electo Senador. En marzo de 1981, es electo por consenso en nuestra organización como Secretario General logrando así un camino más seguro para su candidatura en las elecciones presidenciales de 1983.
Bajo el lema de un gobierno de austeridad y sensibilidad social, Jaime Lusinchi es electo presidente de Venezuela con el 56,72 % del total de los sufragios (3.755.501 votos válidos), en las elecciones presidenciales del 4 de diciembre de 1983, derrotando a uno de los líderes más importante de Venezuela, al Ex Presidente Rafael Caldera. El 2 de febrero de 1984, toma posesión con un parlamento controlado mayoritariamente por nuestro partido. En ese sentido, los primeros años de gestión se caracterizan por tratar de fomentar la estabilidad de la Nación, reactivar la economía, trabajar con los miembros de la OPEP en el aumento de los precios petroleros y el refinanciamiento de la deuda externa.
La crítica situación económica a principios de su mandato mostraba signos de evidente maltrato por parte de las violentas políticas de devaluación monetaria de su antecesor, Luis Herrera Campíns, conocidas como el viernes negro del 18 de febrero de 1983, la cual se tomó, como medida apresurada, con el fin de frenar el aumento de la deuda externa y la fuga de capitales, deuda que de 1980 a 1983 pasó de 29.310 millones de dólares a 38.297 millones de dólares, lo que generó una pérdida de más de 700 millones de dólares de las reservas del Banco Central de Venezuela, que llevó en 1983 a un déficit de 4.246 millones de dólares. Así recibió Jaime las arcas públicas al llegar al gobierno. La disparidad del bolívar, con respecto al dólar, crecería al igual que la inflación, continuando la economía venezolana con su carácter dependiente y mono productor. Ante esta situación su gobierno decidió reenfocar sus políticas, aumentando salarios, controlando precios y divisas, sin otra alternativa.
A pesar de esta herencia deficitaria en las finanza públicas, durante la gestión de gobierno de Jaime Lusinchi se construyeron en  Caracas: el Paseo Vargas, el Complejo Habitacional «Juan Pablo II» en Montalbán, la Línea 2 del Metro de Caracas (tramo Zoológico/Las Adjuntas-La Paz) y el Hospital Domingo Luciani, en El Llanito. Además se concluyó la segunda fase de la Central Hidroeléctrica del Guri y la Central Hidroeléctrica de San Agatón, parte del complejo Uribante-Caparo; se erigió la Represa del Río Turimiquire, en el Estado Monagas, se dio inicio a la construcción de la  Autopista de Oriente y se construyeron un total de 331.615 viviendas. Durante su período presidencial, en 1985, el país recibió por primera vez la visita de un Sumo Pontífice, Juan Pablo II. Así mismo, La economía interna creció, a pesar de las adversidades, un promedio de 3,86% durante sus 5 años de gobierno. Las importaciones se redujeron en un 20% en comparación con el anterior periodo presidencial. El PIB aumentó 20%, en comparación con el periodo anterior en el que decreció 2,5%.
Para 1983 la deuda externa alcanzo casi $32.000 millones y en el gobierno de Lusinchi se redujo en casi $3.000 millones. En el periodo anterior se presento el fenómeno de “estanflación” (estancamiento de la economía e inflación) y luego recesión y estancamiento. Durante el Gobierno de Lusinchi se recupera el crecimiento de la economía y se elimina la estanflación. El aumento de precios se mantuvo dentro de límites manejables evitándose así una espiral de inflación. El crecimiento del sector industrial durante los 5 años de gobierno fue de 6% aproximadamente. A pesar de la caída de los precios del petróleo, la economía creció.
Desde 1985 hasta 1988 se redujo constantemente la tasa de desempleo de 13% a 7% de la fuerza laboral. La Deuda externa se redujo más que las reservas internacionales. Las reservas internacionales se utilizaron para los fines que les son propios: asegurar los pagos del país y mantener a la población y a los sectores productivos abastecidos. Se decretó el aumento de las nominas de empleados en 10%. Se decretaron aumentos de sueldos y salarios acompañando las devaluaciones de la moneda. Se decretó la creación de comedores industriales para aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores. Se estableció el bono de transporte. Se implementó el programa de becas-salarios.
Se implantó la educación básica obligatoria de 9 años. Se redujo el índice de analfabetismo de 11,8% al 9,9%. Se aumentó la matricula en más de 1.200.000 alumnos. Se elevo el nivel de escolarización en educación básica a 92%. Se creó el Sistema Nacional de Salud. Se elevó la esperanza de vida a 70.1 años. Se dio especial atención a la nutrición, lo cual no habría podido ser posible en un ambiente de desempleo y depresión económica.
Jaime Lusinchi, a pesar de su carácter afable y su condición de hombre pacífico, era un patriota defensor de nuestra soberanía sin actitudes dubitativas de ningún tipo. En efecto, durante su gobierno se presentó un incidente que gracias a su equilibrio y condición de Jefe de Estado serio, pero firme, logró evitar la guerra con nuestro hermano país. Ciertamente, el sector guerrerista del gobierno colombiano, en acto de provocación incalificable, hizo que naves de guerra de ese país incursionaran en aguas del Golfo de Venezuela, lo que provocó la llamada Crisis de la Corbeta Caldas. Jaime Lusinchi activó los planes de defensa ante tal amenaza a nuestra soberanía, ordenando y comandando, personalmente, la mayor movilización militar realizada por las Fuerzas Armadas Venezolanas en toda su historia, lo que hizo comprender, a los agresores, que en Venezuela había un gobierno y un Presidente que haría respetar nuestra soberanía, a todo costo, lo que hizo que renunciaran a esos intentos de confrontación armada y retiraran las naves de guerra de nuestras aguas. Abortar esa confrontación fue obra de la reciedumbre y de la condición de hombre de Estado de Jaime Lusinchi, lo que salvó a Venezuela y a Colombia de una guerra inminente.
Durante el gobierno de Jaime Lusinchi Venezuela vivió, a pesar de las inmensas dificultades económicas, un período de paz y convivencia excepcional, pues no hubo huelgas, manifestaciones ni conflictos sociales de ningún tipo, lo que permitió que por segunda vez en la historia de Venezuela (la primera vez, lo hizo Rómulo a Leoni), un militante de Acción Democrática le entregara la banda presidencial a otro compañero de partido. Esto ocurrió cuando Jaime Lusinchi, el Presidente de la fraternidad y la concordia, le hiciera entrega del poder a nuestro compañero Carlos Andrés Pérez para que fuese Presidente, por segunda vez, de todos los venezolanos.     
Honor y gloria a Jaime Lusinchi, un muchacho de Clarines que fue Presidente de todos los venezolanos por decisión mayoritaria de su pueblo. Que en paz descanse nuestro querido compañero de tantas luchas. Un gobernante ejemplar que hoy añoramos, todos los venezolanos, al hacer odiosas comparaciones con la triste y actual realidad venezolana. Caracas, 21 de mayo de 2019.


“Por una Venezuela Libre y de los Venezolanos”



EL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DE ACCIÓN DEMOCRÁTICA
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