Cinco años sin agua tiene San Antonio de Barinas
Sin agua la situación es precaria
para los habitantes de esta población distante de la capital del estado
Barinas, en donde deben valerse de métodos poco confiables para la salud, para
poder obtener el agua indispensable para las actividades de higiene, producción
y consumo personal.
Las calles de San Antonio son tramos de barro, debido
a las lluvias (W. Obregón)
WALTER OBREGÓN | EL
UNIVERSAL
lunes 23 de junio de 2014 02:36 PM
Barinas.- Completamente deprimida se
encuentra la comunidad de San Antonio de las Flores, Municipio Arismendi de
Barinas, debido a que, ya cumplieron cinco años sin el suministro de agua,
porque la bomba continúa dañada.
Los legisladores Simón Archila y Francisco Betancourt, llegaron el fin de semana al sector y notaron que no solo padece por la falta de agua, sino que las lluvias han agudizado una serie de problemas que no permiten a los habitantes poder tener calidad de vida.
Sin agua la situación es precaria para los habitantes de esta población distante de la capital del estado Barinas, en donde deben valerse de métodos poco confiables para la salud, para poder obtener el agua indispensable para las actividades de higiene, producción y consumo personal.
Por ausencia de un acueducto y tratamiento del agua, los ciudadanos están permanentemente expuestos a enfermedades, la población infantil es la más vulnerable y las condiciones de vida no son las más agradables.
No obstante, en las calles también tienen un serio problema, porque las lluvias han hecho estragos convirtiéndolas en tramos de barro, por donde es imposible pasar en motos, que es el vehículo que más utilizan los lugareños para desplazarse.
Con la vialidad inservible y los múltiples inconvenientes para los productores, hay quienes aprovechan estas condiciones para pagar poco por lo que se hace en el pueblo, por ejemplo, el kilo de queso se los negocian en 80 bolívares y si no, se los dejan en sus fincas con el riesgo de perderlo.
Las aceras que están recién construidas ya presentan deterioro, un terraplén que conduce a San Antonio le pasaron maquinarias, quitaron el poco granzón que tenía y ahora es un pichaque.
El pueblo no cuenta con la presencia de funcionarios policiales, el río se está desbarrancando en dos kilómetros, aproximadamente, amenazando a la comunidad y, los dispensarios se encuentran sin médicos y enfermeras.
Los legisladores Simón Archila y Francisco Betancourt, llegaron el fin de semana al sector y notaron que no solo padece por la falta de agua, sino que las lluvias han agudizado una serie de problemas que no permiten a los habitantes poder tener calidad de vida.
Sin agua la situación es precaria para los habitantes de esta población distante de la capital del estado Barinas, en donde deben valerse de métodos poco confiables para la salud, para poder obtener el agua indispensable para las actividades de higiene, producción y consumo personal.
Por ausencia de un acueducto y tratamiento del agua, los ciudadanos están permanentemente expuestos a enfermedades, la población infantil es la más vulnerable y las condiciones de vida no son las más agradables.
No obstante, en las calles también tienen un serio problema, porque las lluvias han hecho estragos convirtiéndolas en tramos de barro, por donde es imposible pasar en motos, que es el vehículo que más utilizan los lugareños para desplazarse.
Con la vialidad inservible y los múltiples inconvenientes para los productores, hay quienes aprovechan estas condiciones para pagar poco por lo que se hace en el pueblo, por ejemplo, el kilo de queso se los negocian en 80 bolívares y si no, se los dejan en sus fincas con el riesgo de perderlo.
Las aceras que están recién construidas ya presentan deterioro, un terraplén que conduce a San Antonio le pasaron maquinarias, quitaron el poco granzón que tenía y ahora es un pichaque.
El pueblo no cuenta con la presencia de funcionarios policiales, el río se está desbarrancando en dos kilómetros, aproximadamente, amenazando a la comunidad y, los dispensarios se encuentran sin médicos y enfermeras.
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