Trabajo en Acción
Esclavitud y salario mínimo
Miguel Quiroz
Esclavitud y salario mínimo
Miguel Quiroz
La resolución número 1855 emanada del Ministerio del Trabajo decreta, por la vía de los hechos, un nuevo estado de esclavitud dentro del país.
¡Sí! El autoproclamado “presidente obrero” decreta que ahora todos los trabajadores están a merced de las disposiciones gubernamentales.
Ya Anmistía Internacional se ha pronunciado ante el nuevo desafuero del régimen venezolano y ha señalado la medida como ilegal, írrita y violatoria de los Derechos Humanos de los millones de trabajadores venezolanos.
El Estado no puede, de forma arbitraria, disponer de la masa laboral cuando le plazca. Los trabajadores no somos objetos que pueden ser utilizados según las disposiciones de un dictador en Miraflores.
Y decir que la aludida resolución es la vía para solventar la crisis económica por la cual atraviesa la nación es jugar con la inteligencia de todos los venezolanos. La medida solamente satisface las necesidades patológicas del Jefe del Estado de ejercer un poder ilegítimo y que está caducando.
Los trabajadores de todos los sectores repudiamos la Resolución 1855 del Ministerio del Trabajo y nos oponemos a convertirnos en esclavos de un régimen que ha empobrecido a los obreros venezolanos y nos ha sumergido en un lodazal de miseria impensable para una nación tan rica como la venezolana.
La disposición ministerial es una ofensa para todos los trabajadores, es una afrenta para la libertad y un nuevo atentado a la democracia.
Y no es la primera vez que el Gobierno rojo arremete en contra de los factores laborales venezolanos, en contra de los trabajadores, en contra de nuestra libertad.
No podemos olvidar que Miraflores, bajo los últimos 17 años, ha sido un completo rival a la libertad sindical, a la lucha por los derechos de los obreros, ha sido el prinicipal oponente a la lucha por los derechos de los millones de venezolanos que día a día trabajan para sobrevivir en medio del caos económico y social generado por ese mismo Gobierno que hoy pretende esclavizarnos, convirtiéndonos de hombres a objetos.
Salario Mínimo
Mientras el Poder Ejecutivo acciona políticas inhumanas y antiobreristas. Mientras Nicolás Maduro se empeña en amargarnos más la vida, tratando de transformarnos en autómatas de estómagos vacíos y bolsillos limpios, en la Asamblea Nacional la mayoría demócrata sí está adelantando leyes y propuestas en favor de los trabajadores.
El planteamiento de un incremento del salario mínimo que ronde entre los 45 mil y los 65 mil bolívares, ajustables a las políticas cambiarias del Estado según la relación con el dólar, es un primer paso para sincerar la realidad del poder adquisitivo del trabajador venezolano y mejorar su problemática.
Aunque no es una solución definitiva, es una iniciativa que dista mucho con relación a la visión empobrecedora y mezquina de Maduro y sus cómplices del Psuv.
Por esta razón, y muchas más, expresamos nuestro apoyo a Henry Ramos Allup –como presidente de la Asamblea Nacional- como al resto de la bancada de la Mesa de la Unidad Democrática en torno a este proyecto que repercutirá favorablemente en la menguada clase obrera nacional.
¡Gracias!
Miguel Quiroz
Sec. Sindical Nacional AD
¡Sí! El autoproclamado “presidente obrero” decreta que ahora todos los trabajadores están a merced de las disposiciones gubernamentales.
Ya Anmistía Internacional se ha pronunciado ante el nuevo desafuero del régimen venezolano y ha señalado la medida como ilegal, írrita y violatoria de los Derechos Humanos de los millones de trabajadores venezolanos.
El Estado no puede, de forma arbitraria, disponer de la masa laboral cuando le plazca. Los trabajadores no somos objetos que pueden ser utilizados según las disposiciones de un dictador en Miraflores.
Y decir que la aludida resolución es la vía para solventar la crisis económica por la cual atraviesa la nación es jugar con la inteligencia de todos los venezolanos. La medida solamente satisface las necesidades patológicas del Jefe del Estado de ejercer un poder ilegítimo y que está caducando.
Los trabajadores de todos los sectores repudiamos la Resolución 1855 del Ministerio del Trabajo y nos oponemos a convertirnos en esclavos de un régimen que ha empobrecido a los obreros venezolanos y nos ha sumergido en un lodazal de miseria impensable para una nación tan rica como la venezolana.
La disposición ministerial es una ofensa para todos los trabajadores, es una afrenta para la libertad y un nuevo atentado a la democracia.
Y no es la primera vez que el Gobierno rojo arremete en contra de los factores laborales venezolanos, en contra de los trabajadores, en contra de nuestra libertad.
No podemos olvidar que Miraflores, bajo los últimos 17 años, ha sido un completo rival a la libertad sindical, a la lucha por los derechos de los obreros, ha sido el prinicipal oponente a la lucha por los derechos de los millones de venezolanos que día a día trabajan para sobrevivir en medio del caos económico y social generado por ese mismo Gobierno que hoy pretende esclavizarnos, convirtiéndonos de hombres a objetos.
Salario Mínimo
Mientras el Poder Ejecutivo acciona políticas inhumanas y antiobreristas. Mientras Nicolás Maduro se empeña en amargarnos más la vida, tratando de transformarnos en autómatas de estómagos vacíos y bolsillos limpios, en la Asamblea Nacional la mayoría demócrata sí está adelantando leyes y propuestas en favor de los trabajadores.
El planteamiento de un incremento del salario mínimo que ronde entre los 45 mil y los 65 mil bolívares, ajustables a las políticas cambiarias del Estado según la relación con el dólar, es un primer paso para sincerar la realidad del poder adquisitivo del trabajador venezolano y mejorar su problemática.
Aunque no es una solución definitiva, es una iniciativa que dista mucho con relación a la visión empobrecedora y mezquina de Maduro y sus cómplices del Psuv.
Por esta razón, y muchas más, expresamos nuestro apoyo a Henry Ramos Allup –como presidente de la Asamblea Nacional- como al resto de la bancada de la Mesa de la Unidad Democrática en torno a este proyecto que repercutirá favorablemente en la menguada clase obrera nacional.
¡Gracias!
Miguel Quiroz
Sec. Sindical Nacional AD
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