R0MULO BETANCOURT

ACCIÓN DEMOCRÁTICA
Comité Ejecutivo Nacional
Secretaría General 

Caracas, 22 de febrero de 2017

El Comité Ejecutivo Nacional de Acción Democrática ante el 109 aniversario del natalicio de Rómulo Betancourt

Hoy, 22 de febrero de 2017, se cumple el aniversario 109 del nacimiento de Rómulo Betancourt, fundador de Acción Democrática, líder indiscutible del proceso de construcción de la democracia política y de la lucha para alcanzar la justicia social para todos los venezolanos.

Resulta una contradicción, dialéctica e histórica, que en pleno siglo XXI tengamos los venezolanos que retomar las consignas que enarbolara Rómulo Betancourt contra las dictaduras del siglo XX: elecciones libres, entrega de la soberanía al pueblo, democracia política y libertad económica con justicia social. Todo ello debido a un intento anti histórico, del actual régimen, de retrotraernos a etapas superadas de tiranías militaristas. El pueblo venezolano no va a permitir, en pleno siglo XXI, esa regresión porque tiene inoculado en sus venas el pensamiento democrático y libertario que impusieron nuestros padres fundadores de la democracia, encabezados por Rómulo Betancourt.

Hoy día al enarbolar, una vez más, las banderas de la democracia y la libertad, Acción Democrática hace un llamado a todas las fuerzas progresistas y  democráticas a cerrar filas en la defensa del derecho del voto como mecanismo único para salir de esta tragedia que envuelve, inmerecidamente, a todo el pueblo venezolano. Esperamos que este gobierno no cierre los caminos democráticos, para que la salida a nuestras diferencias no sea dilucidada a través de la fuerza, de una insurrección popular o un golpe de estado. Queremos ahorrarle esos sufrimientos a nuestro pueblo. 

Quienes militamos en este partido nos sentimos orgullosos que un hombre de Estado como Rómulo Betancourt hubiese sido el principal forjador de una organización política de raigambre venezolana, que aunque adscrita a la Internacional Socialista y nutrida del pensamiento socialdemócrata, su programa y su ideario está en sintonía con las características propias de la sociedad venezolana. Rómulo afirmaba, con su inconfundible manera de expresarse que: “los venezolanos podemos importar hasta Creolina, pero nunca ideologías”.

En este nuevo aniversario se hace menester afirmar, que el mejor homenaje a nuestro compañero Rómulo Betancourt deberá ser la difusión de su pensamiento, porque es necesario diferenciarlo, nítidamente, de los manuales torcidos del “stalinismo redivivo” que se pretende imponer en Venezuela, para que quede claro a las nuevas generaciones, que sólo la social democracia es viable en el siglo XXI. Rómulo lo había visto con claridad, en aquella lejana época de comienzos del siglo pasado, cuando rompió de manera definitiva con los regímenes comunistas, conculcadores de la libertad del ser humano con la excusa de un futuro que nunca llega y de un presente de oprobio y sacrificios sin sentido.

Hoy día son cada vez menos los regímenes que mantienen gobiernos autoritarios y de planificación central, por el rotundo fracaso que experimentaron donde se han querido implementar. Solamente en países tan atrasados como Cuba, Bielorusia y Corea del Norte se mantienen, a través de implacables dictaduras, esos gobiernos antidemocráticos y, donde jamás debió ocurrir, en Venezuela, donde un gobierno atrasado ha pretendido, sin éxito, aplicar esas tesis derrotadas por los pueblos más avanzados de la tierra.

Cuando Rómulo Betancourt resultó electo en 1959, como Presidente de la República, hizo una gestión de gobierno inolvidable por sus logros en materia de educación popular, vivienda rural, reforma agraria, rescate de nuestra principal industria; establecimiento, en el plano internacional, de la “Doctrina Betancourt” imponiendo un cordón profiláctico contra las dictaduras de derecha e izquierda, que en la época, asolaban a la América Latina. Gobernó en una situación harto difícil, pues conspiraban, contra la democracia recién recobrada, los extremistas de derecha e izquierda, todos los cuales fueron derrotados, bajo la conducción de ese gran estadista, política y militarmente.

Es de resaltar que durante el mandato quinquenal de Rómulo Betancourt (1959-1964) la inflación se mantuvo en el ínfimo porcentaje de un uno por ciento durante todo el  período, lo que evidenció el éxito de su política económica que permitió la sustitución de importaciones y, como consecuencia, la industrialización de Venezuela.

Rómulo Betancourt es el faro y guía de nuestra acción política y seguimos su ejemplo, porque él tuvo que irrumpir contra una camarilla enquistada en el poder, heredera del gomecismo, que impedía abrir las compuertas para que el pueblo se expresara y pudiera ejercer la soberanía que se le había conculcado. Cuando se cerraron los caminos democráticos, Betancourt tuvo que empeñarse para que esas mentalidades reaccionarias abandonaran el poder. Hoy día, Acción Democrática, después de hacer denodados esfuerzos para que el actual régimen rectifique, hemos llegado a la conclusión que, al igual que en 1945, debemos exigirle a este gobierno que se vaya del poder antes que se agudice aún más, si es que eso fuera posible, la inmensa crisis que tiene al borde del colapso económico y social a Venezuela.

Propiciamos un nuevo gobierno de salvación y unidad nacional, que comience el camino de la restitución de la democracia de manera plena y reanude el camino de la civilidad para que podamos iniciar el duro camino, pero irreversible, de la reconstrucción nacional. Tenemos que hacerlo porque es un mandato de nuestros padres fundadores y si lo logramos, como estamos seguros que así será, se constituirá en el mejor homenaje que le rinda Acción Democrática a su fundador en su 109 aniversario.    

¡Viva por siempre el legado democrático y de justicia social de Rómulo Betancourt!

"Por una Venezuela Libre y de los Venezolanos"

Por el Comité Ejecutivo Nacional de Acción Democrática

Isabel Carmona de Serra          
Presidenta         

Henry Ramos Allup  

Secretario General Nacional

Bernabé Gutiérrez
Secretario Nacional de Organización