Fue el día
viernes 21 de noviembre de 1958, que la entonces, Junta de Gobierno de la
república de Venezuela, presidida por el profesor universitario Édgar Sanabria,
dicta el Decreto número 436, publicado en la Gaceta Oficial N. 25.818.
Considerando: “Que el 21 de noviembre de 1957 los estudiantes iniciaron la última
etapa de la resistencia del pueblo venezolano contra el régimen depuesto, que
culminó en la histórica jornada del 23 de enero de 1958”. Además, la referida
Junta haciendo uso de las atribuciones que le confería el Consejo de Ministros
y las leyes de la República, consideraba: “Que es un deber del Gobierno señalar
y enaltecer aquellas fechas significativas de la lucha del pueblo venezolano
por la consolidación de un orden democrático y el establecimiento de un Estado
de Derecho;” En tal sentido decretaba que se celebrase el Día nacional del
estudiante, el 21 de noviembre de cada año y que el Ministerio de
Educación quedaría encargado de la ejecución del presente Decreto y
facultado para dictar resolución especial en cada ocasión, disponiendo los actos
para dicha celebración.
El histórico Decreto fue un merecido homenaje para aquellos jóvenes estudiantes
caraqueños que se declararon ese día en huelga, como medida de
protesta contra la feroz dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, quien en
esos días había anunciado el plebiscito que lo reelegiría como presidente de la
República, lucha estudiantil que contribuyo en acelerar la caída del
dictador. Entre los jóvenes estudiantes que protagonizaron la protesta, se
señalan los nombres de Antonio José «Caraquita» Urbina, Chela Vargas, Hilarión
Cardozo, Ramón Espinoza, Alejandro Arratia, Héctor Rodríguez Bauza, Leticia
Bruzual, Enver Cordido, Julio Escalona, Emilio Santana, entre otros gallardos
jóvenes, que no se amilanaron ante la represión del régimen.
Uno de los tantos criterios expresados por conocedores del tema y/o por
historiadores venezolanos, lo encontramos en efemérides venezolanas.com, donde señalan acertadamente
que: “Por fortuna, tal 21 de noviembre despertó el espíritu de lucha de
Caracas, que parecía dormida, pero que estaba próxima a dar las grandes
sorpresas en enero de 1958. El Frente Universitario pasó a ser entonces la
brigada de ataque callejero, con aquellos muchachos desafiantes, puños en alto
y rostros a la luz del sol, que tan pronto mitineaban en Pro Patria y Catia,
como en Capuchinos y El Silencio, y que en la etapa final acudieron a las
bombas molotov para enfrentar a las fuerzas policiales.”
Estos fueron jóvenes revolucionarios de la época que sentían en el alma, la
injusticia y el dolor de un pueblo que clamaba justicia y libertad, como todo
joven estudiante, que por esencia natural es protestatario.,ME GUSTAN LOS ESTUDIANTES
Letra y mùsica: Violeta Parra
Que vivan los
estudiantes,
jardín de las alegrías!
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva la astronomía!
¡Que vivan los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos.
Pajarillos libertarios,
igual que los elementos.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los experimentos!
Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura,
para la boca del pobre
que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa
¡viva la literatura!
Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando le dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se presenta el hecho.
Caramba y zamba la cosa
¡el código del derecho!
Me gustan los estudiantes
que marchan sobre la ruina.
Con las banderas en alto
va toda la estudiantina:
son químicos y doctores,
cirujanos y dentistas.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los especialistas!
Me gustan los estudiantes
que van al laboratorio,
descubren lo que se esconde
adentro del confesorio.
Ya tienen un gran carrito
que llegó hasta el Purgatorio
Caramba y zamba la cosa
¡los libros explicatorios!
Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¿hasta cuándo nos dura
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡Qué viva toda la ciencia!
jardín de las alegrías!
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva la astronomía!
¡Que vivan los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos.
Pajarillos libertarios,
igual que los elementos.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los experimentos!
Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura,
para la boca del pobre
que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa
¡viva la literatura!
Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando le dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se presenta el hecho.
Caramba y zamba la cosa
¡el código del derecho!
Me gustan los estudiantes
que marchan sobre la ruina.
Con las banderas en alto
va toda la estudiantina:
son químicos y doctores,
cirujanos y dentistas.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los especialistas!
Me gustan los estudiantes
que van al laboratorio,
descubren lo que se esconde
adentro del confesorio.
Ya tienen un gran carrito
que llegó hasta el Purgatorio
Caramba y zamba la cosa
¡los libros explicatorios!
Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.
Porque, ¿hasta cuándo nos dura
señores, la penitencia?
Caramba y zamba la cosa
¡Qué viva toda la ciencia!
Alberto Pérez Larrarte
Cronista Oficial del Municipio Barinas
Cronista Oficial del Municipio Barinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario